jueves, 26 de noviembre de 2009

Suena "Bad" de Michael Jackson mientras me tomo un cappuccino en una cafetería cerca de casa y me pongo al día con internet. Estoy esperando a que me llame una amiga para ir a despedirme. Esta tarde a las cuatro parto para Milán, al encuentro de otras dos amigas. Supongo que me espera un fin de semana de no parar; pero es lo que toca. El lunes, cuando vuelva, deberé ponerme a la faena y trabajar un poco, y dejarme unas vacaciones de Navidad más o menos tranquilas. 
Ayer estuve en Orvieto y resulta que es un pueblo precioso colocado en una montaña. De callejuelas estrechas y empedradas, tiene una catedral románica con fachada gótica que no te las esperas, y que, a mí personalmente, me dejó sin habla. Una exquisitez.
Ahora, a tres semanas de la vuelta a casa por Navidad como el turrón, me dedico a disfrutar de la Roma de todos los días. A perderme por sus callejuelas enrevesadas, a tomar cappuccinos impresionantes, a encontrar cafés escondidos, a hablar un italiano vacilante,... 
Ganas de veros, de abrazaros, de contar todo con silencios y nada con palabras, de saber que estáis bien y de que os tengo ahí.

Un abrazo grande.

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