lunes, 31 de agosto de 2009

Parece mentira pero no tengo tantísima pena. Quizás porque sé que en menos de una semana está aquí o porque, aunque la primera cara que conocerá en Stuttgart sea la de un chino [bueno, o asiático], sé que se lo pasará tan bien que se olvidará de su “zwilling”.
Ya he podido observar cual es el cague ese pre-erasmus, aunque no sea en tercera persona; y me digo, “va, tú con la calma eh guapa!” pero nunca se sabe… Por ahora lo que toca es estudiar, a pesar de que sé que aunque suspenda el estar un año fuera atenuara, mucho, los males.




Y ahora, empezando a hablar [escribir] más campechano… suerte a Berti por la bella Roma y a Criscrisxiii por Deft[ín]. Espero que el día que os toque contéis cosillas interesantes que os hayan pasado y consejillos para las que aún estamos en Spain.

lunes, 24 de agosto de 2009

Delft: Primeras impresiones.

Llaman a esta zona de los Países Bajos la Venecia holandesa. Siempre hacen lo mismo cuando ven una ciudad surcada por canales. Pero aquí no es igual; por lo menos el Delft. La mayoría de los puentes sobre los canales son en rampa. Me gusta la sensación de subirlos con la bicicleta. Conforme llegas arriba te empieza a faltar el aire. Llega un momento en que estás sobre llano. Uf, ya has llegado. No bajes los pies de los pedales. Sólo queda dejarse caer.


Bueno, supongo que, como yo he sido la primera en irme, me toca a mí empezar. Pues nada, ya estoy en Delft. Llevo tres días aquí y el susto no es tanto como esperaba. Contribuye bastante que mis familia haya venido para estos primeros días conmigo, hace que parezca cualquier otro verano. El salto al vacío ya vendrá la semana que viene.
Hasta ahora, Delft me encanta. No he tenido mucho tiempo de verlo todo de arriba a abajo. Con centrarme y saber dónde está lo básico basta de momento. Hasta que me den las llaves de la que será mi habitación vivo en un camping a un cuarto de hora del centro, con vacas, liebres, patos y cisnes de vecinos. Y alguna que otra arañita de compañera de habitación. La ciudad rebosa verde por todos lados. La cruzan varios canales. Por lo que he visto hasta hoy, más parece un pueblo que una ciudad: chiquitín y con la arquitectura típica de la zona.

Me he estado pasando también por la universidad, para hacerme una idea de dónde está todo y cuándo tengo que ir apareciendo oficialmente por allí. La escuela es enorme y está recién reformada. Me encanta de ella que le sobra lo que más le falta a la de Valencia: personalidad. Cada rincón y cada pasillo tienen un espacio en el que da gusto perder 15 minutos y sentarse a tomar un café. Espero que una vez empiecen las clases la buena impresión inicial prevalezca.

Y hoy he estado en Amsterdam por primera vez. No he visto mucho, más bien me ha servido para engrosar la lista de cosas que quiero ver más adelante. Habrá tiempo. El único inconveniente: he tardado dos horas y media en ir y otro tanto en volver. El servicio neerlandés de ferrocarril no funciona tan bién como esperaba. Pero ya es mala suerte que el primer día que lo cojo se haya tirado un hombre a las vías a primera hora de la mañana y lo haya trastocado todo.


Planes a corto plazo: comprarme una bicicleta (si no, no eres holandés/a de verdad), mudarme a mi nido de erasmus y a empezar la marcha. Comienza la aventura.


P.D.: Me vino a la mente que la idea de poner un link a la primera canción que escuchara en la radio holandesa. Va y era una cumbia, en castellano. Mejor esta: http://www.youtube.com/watch?v=q-wGMlSuX_c

sábado, 22 de agosto de 2009

Passengers proceed to gate number...

Era el principio de una aventura. El sueño de adolescente que se hacía realidad. El futuro que, inesperado, llamaba a tu puerta y decía: "Ya estoy aquí, ¿me buscabas?" Pensabas que jamás sería, porque era allí donde querías llegar, ¡y quedaba tanto por llover para eso! Pero el tiempo pasa, para todos. Ahí estaba, inamovible: FUTURO. En mayúsculas. En sueños y ambiciones. En deseos infantiles y cuentos de viejas. 
La gran puerta se abre ante ti, por fin, y tu mano tiembla al alcanzar el pomo. Asusta porque no sabes qué hay tras el umbral. La utopía de hoy es la realidad de mañana. Sueños que se materializan. Tiembla, niña, es natural (I will have no man in my boat who is not afraid of a whale); pero, no olvides que tras esa puerta te espera el resto de tu vida. Lo único que has de pensar, mientras salvas los pocos pasos que restan hasta la casilla de salida, es que harás que esta vida sea tan espectacular como ha sido hasta ahora. Una aventura.


Puerta de embarque.
Stories happen only to those who are able to tell them...