sábado, 17 de octubre de 2009

¿?

¿Por qué cuantas más ganas tienes de entrar en el apartamento más te cuesta encajar la llave?..uuuffff...me quito el abrigo casi sin desabrocharlo, lanzo el gorro contra el armario, mis botas, todavía con barro, las aparto a un lado.....y, por fin voy al water....mmm.uuff....un escalofrío me recorre por dentro y vuelvo a sentir agujetas en mis muslos...me ralentizo..... Salgo tambaleante del baño y ya sin calcetines, cojeo hasta la puerta misma de la habitación...suspiro, y abro la puerta con miedo. Más que con miedo,con pereza de ver que el cuarto está hecho un desastre. Las prisas, siempre igual. Hasta el último momento no haciendo nada y de repente la habitación se convierte en una especie de rastro donde conviven , después del último portazo, muesli con rotuladores o auriculares y papel de cocina. Pero no lo descubres hasta que vuelves a entrar... Así que ahora miro el oscuro desorden de reojo y disimulo mientras cruzo hacia la ventana para abrir la persiana.
Esta mañana era demasiado pronto para que entrara luz. Abro. La luz ciega mis pupilas por un instante. Es esa luz cálida, anaranjada, que se cuela entre nubes de tormenta y me recosta sobre la cama....Vuelvo a oír mi respiración....entonces pienso...¿y qué más da dónde haya estado?

1 comentario:

  1. eso del desorden que no lo es hasta que no entras en la habitación me suena...
    me alegra tener noticias tuyas Rachel! :D

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